Bistec en salsa de cacerola
Rica y suave, una sedosa salsa de cacerola es un acompañamiento relativamente simple pero refinado para muchas entradas. Utilice la técnica siguiente para cualquier proteína; todo lo que necesita son los cuatro pilares de una salsa de cacerola: ingredientes aromáticos salteados (como chalotes o ajo), líquido (una combinación de caldo, vinagre o vino), hierbas o sabores para el acabado (como jugo de limón) y mantequilla.
Método de Preparación
1. Sazone el bistec con sal y pimienta; presione la pimienta sobre el bistec.
2. En un sartén grande de acero inoxidable, derrita a fuego medio-alto 1 cucharada de mantequilla con el aceite. Añada el bistec y selle hasta que esté crugiente y dorado y haya expulsado la grasa (unos 2 minutos) Voltee y selle otros 2 minutos.
3. Con unas pinzas, levante el bistec y presione uno de sus extremos sobre el sartén; gire hasta que los extremos estén dorados y desgrasados. Acueste el bistec sobre el sartén y baje a fuego medio. Cocine hasta lograr el término deseado, 2-2½ minutos por lado para término rojo. Pase el bistec a una tabla de cortar y póngale una carpa de papel aluminio. Escurra la grasa del sartén conservando los restos del fondo.
4. Derrita 1 cucharada de mantequilla en el sartén con los restos del fondo. Añada los chalotes y cocine, moviendo hasta que estén suaves (unos 2 minutos).
5. Desglase el sartén con vino. Hierva hasta que la mezcla se reduzca a la mitad (unos 3 minutos). Añada el caldo y el tomillo; hierva hasta que la salsa esté tan espesa que se pegue al dorso de una cuchara.
6. Añada las 2 cucharadas de mantequilla restantes a la salsa y agite suavemente el sartén para incorporar la mantequilla conforme se derrite. Vierta la salsa sobre el bistec y sirva.